REVISTA INDEPENDIENTE DE LIBRE EXPRESION SONORA


AÑO I / Marzo 1999.Página. 8


Entrevista de Javier Bergia + críticas de su disco
"DE AQUELLOS AÑOS VERDES"

Entrevista a NUEVA MUSICA (números 15 / 16 - 1995)


nueva música

Revista de nuevas tendencias musicales
números 15 /16 - 1995, páginas 56 / 57

Rafael Bascón








Estas palabras dedicadas a Javier Bergia querrían ser una invitación callada, cómplice, a todas las personas que disfrutan de la música para abrir las puertas "... al viento de las amapolas blancas", "caminar juntos por la Castellana", disfrutar "... del Buen amor" o de recordar "aquellos años verdes", que nos trae de la mano de Música Sin Fin, fruto que contiene los mejores sabores de aquellos tiempos haciéndonos disfrutar de unas voces, guitarras, letras? o poemas?, y unos arreglos que pueden despertarnos sensaciones y oportunidades para encontrarnos con unas canciones que se apartan de los caminos trillados, sin olvidar la magia de las pequeñas realidades; todo ello confluye en una joya, síntesis de sus mejores músicas.







Javier es uno de los músicos madrileños con más capacidad de sorprendernos, no sólo por su imaginación como compositor de canciones, sino también de sus facetas de instrumentista o escritor de bandas sonoras.
Sus origenes musicales se forjan en una familia en la que su abuelo fue tenor, su tío violonchelista, y su madre, Amelia, actriz y soprano. Prefirió seguir su camino autodicdacta de la mano de músicos amigos.
"Siempre fuí un estudiante inadaptado. No recuerdo a muchos maestros con admiración a excepción de Gregorio Paniagua. Casi todo lo que sé de música lo aprendía de él. Lo que más aprecio es haber escuchado a pie de obra, infinidad de noches, la música impresionista, Satie, Ravel, .... estudiándola, analizándola desde todos los puntos de vista. Las otras dos columnas de la mal denominada música clásica son Bach y Mozart, que enlaza con mi infancia y las emociones provocadas por los órganos de iglesia. Mi otra escuela fueron las canciones de autores como Stephen Stills, Judy Collins o los Beatles, especialmente en su época hippie. En España tengo que recordar a Rodrigo (de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán) o a Pablo Guerrero entre otros. La música se convirtió en una plataforma de expresión, esencial, se todo lo que quería decir"
Su actividad creadora no facilita el encasillamiento a los "críticos", ni falta que hace, pues lo que debe servir como referencia es el seguimiento de sus grabaciones y los conciertos.
En un tiempo en el que los nuevos valores de la canción -P. Guerra, J. Alvarez- o los maestros como L. Llach, María del Mar Bonet o P. Guerrero reivindican su acerbo, él se reafirma en sus múltiples facetas creativas, pues, aunque ha publicado su quinto album De Aquellos años verdes, en el que canta además de tocar diversos instrumentos, no se reconoce sólo como cantautor: "Esto es aparente. En la práctica dedico más tiempo como compositor de música para series y documentales y como instrumentista en otros grupos, que como cantautor"
Vivió la experiencia de Atrium Musicae, una agrupación que se adelantó a estos tiempos de reivindicación de la música antigua, con la que recorrió el mundo y se convirtió en eje central para su formación. Posteriormente da una nuevo paso con Finis Africae de la mano de Juan Alberto Arteche Gual, adentrándose en sonoridades hoy denominadas étnicas, en íntima relación con las nuevas tecnologías, adelantándose a experiencias foráneas de cierto éxito.
Su colaboración como multi-instrumentista: percusión, bajo, guitarra... ha sido constante al lado de Luis Delgado, en especial con la formación de Ishinohana, cuya última y excelente publicación lleva por título Todos estos años. Una de las tareas que mas fama internacional le ha reportado es la composición de bandas sonoras para televisión, como la realizada para la conocida serie La media naranja. También es el compositor de La estanquera, producción de veintiseis capítulos para TV. Todas estas vivienciasd le han proporcionado oportunidades únicas para enriquecerse como músico y compositor: "Normalmente, colaborar en otros proyectos suele ser positivo. Viajar, conocer a otros músicos, festivales, grabaciones, instrumentos; toda esta información queda archivada"
Sus canciones son muy ricas, complejas, destilando hermosura, ternura, ... todos aquellos sentiminetos que hemos querido siempre encontrar en nuestras músicas; para ello emplea en lo musical una gran riqueza instrumental, desde las guitarras -acústicas, portuguesas, etc.-, hasta las más variadas percusiones o la inclusión de instrumentos tradicionales como las gaitas. "Mi experiencia como cantautor es enigmática. Por tanto, en cada experimento y casi como terapia, debo introducir elementos nuevos que puedan sustituir a los sonidos convencionales".
El instrumento más primitivo, la voz, juega un papel muy esencial y a ello contribuye de forma muy destacada su compañera, consiguiendo de este modo una visión muy compacta de las melodías: "Clara y yo trabajamos juntos habitualmente, su voz sostiene la mía"
Otra faceta muy personal de su obra son las letras, aunque paradojicamente nos sentimos reflejados en sus historias y reflexiones de manera inexplicable. "Creo que sí, además se produce el fenómeno de las mil y una lecturas. "Cuando yo canto: ´Voy andando solo por la Castellana´ puede hacer frio o calor, puede ser que esté en Emilio Castelar o en Rubén Darío, puede ser que sea otoño y no haya hojas, incluso puede ser que vaya solo pero con cincuenta" .
Los temas sobre los que escribe nos acercan a la realidad cotidiana, a la ciudad, al desamor, al mar .... y al mismo tiempo, consigue una expresión indeleblemente, poética, original. "Mi principal fuente de inspiración está en la vida misma, mi silencio, lo que veo, lo que escucho, lo que imagino, lo que provoco, lo que me cuentan. Soy curioso por naturaleza; en este sentido, recuerdo a mi abuelo, que se disfrazaba de pobre y se iba a la estación a las Delicias a observar a los pobres y a los borrachos"
La música que se refleja en su obra como autor ("Recoletos", "La alegría del coyote", "Tagomago", "Caracola" y "De aquellos años verdes") ha sufrido diversos vericuetos en su evolución. Sus primeras obras destacan por unos arreglos eléctricos inmersos en lo mejor del denominado folk-rock - "La alegría del coyote"- para ir sufriendo una transformación hacia lo acústico, buscando las raices -"Tagomago"-, con la utilización creciente de instrumentos populares de las más diversas procedencias. "Caracola" es una obra en la que fraguan sonidos ricos en matices y sonoridades tradicionales, cargados de aciertos melódicos y creatividad. "De aquellos años verdes"es un recopilatorio, muestra de lo mejor de sus tres primeros elepés, puestos al día a la luz de los arreglos que confluyen en su "Caracola".
Bergia es un músico inquieto que ha acumulado una gran experiencia como instrumentista, recordamos ahora su intervención en el grupo de música popular La Musgaña. Parece coherente su interés en componer y realizar obras instrumentales, de ahí la preparación de una grabación con ese carácter: "Hace tiempo que estoy con este proyecto. Necesito plasmar con algunos de los instrumentos que tengo, ideas y experiencias que vengo almacenando y que quedaron fragilmente plasmadas y ni siquiera. Uno de los ejes centrales es un viaje que realicé a Turquía por todo el Mediterráneo"
Nuestro autor ha sido definido de diversos modos y maneras por la crítica. Nosotros no buscamos reivindicaciones sino más bien proponer una ejercicio bien sencillo: Buscad en la tienda de discos más cercana o en vuestro dial y contad y los CD´s que encontreis. ¿Por qué un músico de estas cualidades no cuenta con los suficientes canales de comunicación?. Dificil respuesta. No queremos caer en el acostumbrado victimismo. Tomemos la iniciativa nosotros mismos, solicitemos sus CD´s, pidamos sus canciones a las emisoras ...., incluso podemos organizar conciertos suyos. Es tan gratificante contactar con una música como la suya.... "Yo lamento enormemente no poder mantener una contacto más regular con el público, pero son inmensas las dificultades que me encuentro día a día en esta país para poder desarrolllar y comunicar mi trabajo. Son pocas las plataformas de expresión que estén libres de expeculaciòn y connivencia con las grandes discográficas y medios de comunicación que tradicionalmente apuestan por productos convencionales que no hagan reflexionar excesivamente a la audiencia" .
Su música y sus palabras configuran un paseo por lo mejor de la vida cotidiana de este final de siglo. Despierta, su música está tocando a tu puerta, desde su Caracola, recordando Aquellos años verdes que todos hemos vivido.






Acuarela realizada por Juan A. Arteche Gual para la carpeta del disco "De aquellos años verdes" (Con el título - "la siesta de J.B.")

La crítica ha dicho de "De aquellos años verdes"

JAVIER BERGIA
De aquellos años verdes
Música Sin Fin MSFCD 008, 1995. Dist. Resistencia

Este es un "unplugged", confeccionado por un autor que busca sus raíces y encuentra una colección de pequeñas joyas, canciones plenas de una sensibilidad tan especial como la de Javier. Algunas de estas composiciones siguieron caminos singulares al surgir primero como instrumentales e incorporarse después las letras por sugererncias de amigos queridos como Luis Delgado. Con motivo de estas edición nuestro autor ha realizado unos arreglos acústicos cargados de aciertos sonoros para los que ha dispuesto un buen número de excelentes colaboradores, como el mismo J.A. Arteche Gual (sitar, guitarras,...), J.M. Climent (zampoñas, mandolinas), L. Delgado (laudón, percusiones) y Cuco Pérez (acordeón), entre otros, sin dejar de resaltar la más decisiva en la voz de Clara Serrano, que confirma unos modelados dúos con uno de los instrumentos clave : la voz de Javier Bergia, quien además interpreta guitarras y percusión,...
El contenido de este CD consiste en un recorrido por algunas de sus mejores composiciones, de las que sólo algunos afortunados hemos podido disfrutar en sus anteriores versiones grabadas. Nos encontramos con catorce piezas de entre las que podemos disfrutar Desde aquellos años verdes, con su mirada restrocpectiva a una auténtica declaración de amor, como Un trocito de Junio que sirve para la despedida. Podemos detenernos en La Gran Vía y en sus sabores urbanos mágicos, provocados por las voces, fluta y tabla. Rememorar amores perdidos con María de los desamparados, acunados por las voces de Clara y de la zampoña. Se cofigura así una de las pepitas de oro de este camino. Nunca te dije evoca en su texto la fuerza del amor y lo equívoco que puede llegar a ser. Violines, guitarras y gaitas arropan esta redonda reflexión. Podemos seguir atravesando Recoletos, mientras esperamos una historia de rebeldes con causa Donde una amapola revienta. Sólo por dejar rastro de algunas huellas de esta obra que son ya parte de nuestra banda sonora y que pueden ser disfrutadas, recordando aquellos años verdes y viviendo este final de siglo acompañados de unas canciones que se proyectan rabiosamente vivas. Sumérgete en ellas.



Rafael Bascón
Revista NUEVA MúSICA. número 15/16. año 1995
"Javier Bergia"
AQUELLOS AÑOS VERDES
Música Sin Fin

Javier Bergia tiene un gran talento y, disco tras disco, viene hilvanado una de las obras más interesantes, y de más calidad, del panorama español. Fuera de modas, y de grandes campañas publicitarias, Javier adorna sus buenas composiciones con unos arreglos y luce unas cualidades envidiables. Vista la desafortunada suerte de sus anteriores grabaciones edita este CD con temas nuevos y antiguos grabando en su propio estudio y dejando la producción en manos de otro músico y amigo: Juan A. Arteche Gual.
Destacan dos temas de un disco maldito: "La Gran Vía" y "La lluvia" donde se condensan emoción y talento para describir un par de buenas canciones urbanas que se adelantaron a su tiempo.


Revista GHAITA / Otoño 1995. Madrid (SPA)




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a
l
g
u
n
o
s
poemas de Javier Bergia


DE AQUELLOS AÑOS VERDES
Quieras o no quieras recordar
algo de aquellos días de asueto,
cuando el tiempo era más ancho
y aún quedaba primavera,
cuando quise regalarte unos zapatos.

Aún oigo la luz de la farola
que alumbraba el patio de tu casa,
donde un día de noviembre
te conté que te quería,
ahora el P.S.O.E. tiena alli unas oficinas.

Que hay de aquel amor
que nos señaló
ya no queda ni la sombra.
Que será de tí,
donde fuiste a dar,
aún te queda alguna peca.

Creo que aún te gusta navegar
con tu barca de papel ALBAL
y aunque fuiste soñadora,
ahora te has hecho señora
de un pirata que te tiene prisionera.

Al colegio te iba yo a buscar,
con el corazón en un pañuelo
y de aquellos años verdes
solo queda un leve aroma de una carta
y un helado de vainilla.

Que hay de aquel amor que nos señaló,
ya no queda ni la sombra.
Que será de tí,
donde fuiste a dar,
aún te queda alguna peca.
LA ORACIóN Y EL Té
Podría estar ahora entre mares de plata,
entre baños de vapor y fantasía,
apurando a ciertas horas del día
una oración y un té en alguna casa.

Sintiendo que el verano se deshace
sin pereza ni compasión,
antes, más bien, con la razón
que con la sabiduría.

Vamos a ver que sucede,
no se que puede ser
no dices nada.

De que me sirve a mí sentirme mal,
si tu no estás ahora.

Ha venido un angel de vez en cuando
me ha llevado hasta la estación
donde sala el tren a ninguna parte
y también algun avión.

No se que esperas de la vida
cuando mañana nos crucemos,
solo un segundo en el aire,
una mirada con algo de eterno.

Vamos a ver que sucede,
no se que puede ser,
no dices nada.

De que me sirve a mí sentirme mal,
si tu no estás ahora.




Del Buen Amor
Ay, cuan fermosa viene
Doña Elvira por la plaza,
que talle, que donaire,
que alto cuello de garza,
que cabellos, que boquilla,
que color, que buena danza.

Pero, tal lugar non era
para fablar en amores;
a mí, luego, me vinieron
muchos miedos e temblores.
Los mis pies e las mis manos
non eran de si señores;
perdí seso, perdí fuerza
mudaronse mis colores.

Fa fablar con mujer en plaza
es cosa muy descobierta
porque, a veces, mal atado
está el perro trás la puerta.
La buhona con harnero
va tañendo cascabeles
y menando de sus joyas
sortijas con alheleles.

Abaxe más la palabra,
dixel quen juego fablaba
porque tot aquella gente
de la plaza nos miraba.
Comenzé a decir mi quexa
del amor que me afincaba.

Con la gran pena que paso
vengo vos decir mi quexa;
vuestro amor e deseo que me afinca,
que me aquexa.
Non me tira, non me parte,
non me suelta, non me dexa.

(Inspirado en el libro
del Buen Amor
- A. de Hita)
NUNCA TE DIJE
Nunca te dije que pasaba de tí,
que de lejos veía tu figura caer,
que la tarde se hundía,
entre baños de miel,
que tu hermana era mi amor.

Nada. Te daba igual
era como hablar a la pared.
Discusiones, caras largas
y, además, todas de pie
y, entre zumos de limones
y domingos de retén,
yo me quedaba hecho unos zorros.

Cuando tu cuerpo se tumbo en la playa en 1980
yo estaba perdido en una guerra vacía,
esperando la primavera.

Nada, ya no escribo nada
porque no se me ocurre nada.
Con el tiempo, tu te has hecho
tu casita de cabello de angel,
de tu hermana no se nada más
que un día me dejó plantado
en mitad de un estribillo.

Quedan atrás días alegres,
viejos bares,
tu buhardilla,
mi 600,
un paraguas y una rana,
un teléfono sin número,
una almohada abandonada,
un "se vende" en la ventana.


Por la poesía
Javier bergia aparece en su ciudad
SONIA MARTINEZ
EL MUNDO / METROPOLI 15 / 21 de diciembre de 1995

Bergia es uno de esos cantautores (otra vez la dichosa palabreja) que podría unir la tradición de los de siempre con el hacer de la nueva ola que la discográficas se han apresurado ha apadrinar.
Javier Bergia, nacido en 1958 de abuelo tenor, madre soprano y tío violonchelista, empezó a grabar discos propios en 1985 (Recoletos), en el 88 ( La alegría del coyote ), en el 89 ( Tagomago ) y en el 93 ( Caracola ).
Quizá no era una buena época para desgranar canciones intimistas cuando todos los que acudían a locales, al menos en Madrid, escuchaban música pop hecha aquí.
Por eso ahora sí pude ser buen momento para sacar adelante un proyecto que no es nuevo y llamarlo De aquellos años verdes, recopilando los cuatro discos anteriores.
Y mejor aún cuando, por sus características, puede hacerse un hueco en los martes de ZECA (Centro de la canción de autor) en la sala de teatro Cuarta Pared.
Debe serlo (buen momento), puesto que tres días antes Javier Bergia presenta oficialmente el disco en el Círculo de Bellas Artes ( ver fotos).

Pero en fin, que nada hay nuevo bajo el sol y el madrileño sólo mostrará de nuevo, a unos oídos quizá más predispuestos a abrirse, los temas compuestos desde hace tiempo, tiempos más dificiles.
Bergia, puesto que no se puede luchar contra los elementos (económicos) ni conta los sentimientos (¡ qué frase más cursi !), dedicó en entretiempo hasta que llegase la oportunidad, a componer con otras disposiciones: telavisión, cine, documentales, colaboraciones, experimentos....
En 1980 formaba parte del grupo de música antigua Atrium Musicae, y en 1984, con la investigación, fusión, étnico, tecnológico e instrumentos autóctonos, Finis Africae.
Más: Con Luis Delgado (laudón y cortina) ha grabado dos discos, uno para el sello de TVE Un mundo sin fronteras y otro para Arpafolk, Todos estos años.
Aún más: ahora compone la banda sonora de una próxima serie de televisión, La estanquera y ha colaborado en la percusión con Rita Marley y con Gregorio Paniagua para la película húngara Der Freichutz.
Al mismo tiempo, como si fuera poco, forma parte del grupo castellano de música folclórica La Musgaña, otro habitual últimamente de los locales de actuaciones de la ciudad, en su gira por Estados Unidos e Inglaterra.
Y bueno, para terminar, en el pueblo madrileño donde vive anda preparando sus dos próximas apariciones enlatadas: un disco de nuevas canciones originales y un trabajo instrumental.
¿Alguien da más?.


Música Sin Fin
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