No es casualidad que una obra de Stockhaussen diera nombre a este trío, Zyklus, que inventaron, al final de los años 80, tres músicos afincados en Madrid: el estadounidense, Wade Matthews: saxofonista e inquieto animador de la escena más avanzada del Jazz contemporáneo; el contrabajista gallego, Baldo Martínez: alquimista experimentado en diferentes estilos, como el Folk, el Jazz, la New Age o la música Contemporánea, y Pedro López: batería y percusionista madrileño, desarrollador de estilos innovadores y de baterías diseñadas con panderos afinados y percusión africana. La resultante de sus primeros tiempos es su primer disco, grabado en 1990 para Música Sin Fin con el título de Interface , y que hace una clara referencia a la conexión entre la música improvisada jazzista, junto a la electrónica acusticamente elaborada, y el alma más profunda de cada componente. El resultado es una obra de gran belleza, virtuosa y expontánea, mágica y urbana, única y dificilmente superable, que encierra sorpresas como la voz selenita de Isabel Mullor o el discurso duramente político que Wade hace en “So long fat boy”, pieza grabada en directo una noche intensa en el Café Central de Madrid.





Zyklus



Música Sin Fin
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